Terapia, dolor y enfermedad

Psicooncología

La psicooncología es una rama de la psicología que se encarga de buscar una mejor adaptación a un proceso de enfermedad, en este caso el cáncer. Se trata de un acompañamiento necesario de ventilación y soporte emocional en momentos difíciles, como los días después de quimio o radioterapia, la incertidumbre antes de una prueba o de una consulta médica, cómo afrontar el dolor, los miedos…

También se trata de una nueva perspectiva sobre la vida, identificar cuáles son los valores de cada persona, y de adaptar las limitaciones para que la vida siga teniendo sentido, a pesar de vernos envueltos en un proceso de enfermedad.

Dolor crónico y enfermedad

En ese caso, no es muy distinto el acompañamiento del psicooncólogo que del psicólogo que trata dolor crónico, aunque cada enfermedad es un mundo y necesita de una adaptación. El dolor crónico es un caso especial porque es algo en la mayoría de los casos inevitables, y no es raro que el paciente esté frustrado porque los médicos no encuentran un diagnóstico, y por tanto, el tratamiento y el fin del dolor se ven como algo lejano. El dolor se trata de una experiencia subjetiva, que no siempre está asociado a un daño en el tejido. Por tanto, podemos entrenar la atención y nuestros recursos psicológicos para modificar la experiencia del dolor y su interferencia en la vida cotidiana. El deber del psicólogo es acompañar al paciente en su frustración y, juntos, generar una nueva perspectiva y relación con el dolor. 

Duelo

El duelo se trata de un dolor emocional que aparece como reacción a la pérdida de un ser querido, ya sea humano o no. Sentir la falta de repente se vuelve una experiencia dolorosa que a todos nos toca vivir alguna vez. Los psicólogos no podemos eliminar ese dolor, ya que la reacción se trata de algo natural y la tristeza está dentro de lo que incluso se espera de nosotros. 

El problema viene cuando ese duelo viene acompañado de una sensación de culpa que no nos deja ir soltando ese dolor, o de una sensación de que no somos capaces de ver fotos de esa persona. El acompañamiento de un psicólogo nos asegura poder tener un espacio seguro para desahogarnos y asegurarnos de que nos estamos adaptando a los ritmos de nuestro duelo personal y único.